martes, 2 de diciembre de 2008

IV

Para que entrar en detalle de lo que ocurrió el resto del día. Felipe no pudo almorzar con Clara, pues tenia reunión con la directora, era el delegado del centro de alumnos. Su polola lo entendía y nunca se enojaba con el. Quizás era demasiada su paciencia. Bueno, Ella en su decepción no almorzó.

Valentina y Gerardo le tenían mucha mala a Felipe, y no era para menos, el estado de animo de su amiga estaba directamente relacionado a como se habían tratado ese día, si se habían visto, si no, si estaban mejor, si había algún problema. Por supuesto una quinceañera con problemas del corazón se descarga directa o indirectamente con sus amigos y Clara no tenia idea del resentimiento que ellos le tenían. Mejor así.

Clara reflexionó toda la tarde sobre su relación con Felipe. Muchas en su lugar lo abrían pateado hace rato, pero lo amaba tanto ( o así lo creía) . No estaba segura de que seria la misma sin el. Sus besos, sus abrazos, el solo hecho de cerrar los ojos y recordar los momentos bellos…
Ya no era lo mismo.
Lloro, lloro mucho y sin razón. Al menos sin otra razón que el vacío que tenia en el alma. ¿Por qué era tan complicado?. Un tiempo y ya, aclaraba sus dudas. Pero no se sentía capaz. Es difícil explicar el sentimiento de una adolescente que siente pena pero no tiene problemas grandes. Debe ser la edad… pero la sensación que Clara tenia en su corazón ( y literalmente en el corazón) era como si alguien hubiese atravesado su pecho con las manos congeladas y se lo estuviese estrujando. La única manera de librarse de ello era con lágrimas. Y ya estaba harta.

Lo pensaba mientras caminaba a su casa. Se estaba aguantando el llanto y no quería verle la cara a absolutamente NADIE.

-¡Hola Clarita! – dijo la voz de Seba. Ex compañero de curso y muy buen amigo de la infancia a quien no veía hace al menos un año, la mala onda no era compatible en esta situación.
-Hola… - le respondió Clara, no con su mejor cara.
-¡¿PERO QUE TE PASO?!- exclamo Seba abrazándola, ya se le había escapado una lágrima.
<>- pensó ella, pero prefirió no hacerle perder mucho tiempo a su amigo porque una introducción así da a una larga conversación.
-Nada, es que, tengo problemas con mi pololo.
-¡A NO! ¿Ese famoso Felipe cierto? Permíteme decirte un par de verdades: yo sé lo enamorados que están y todo pero Clarita, él no te merece entiende, más bueno que el pan será pero no está ni ahí contigo, tu te mereces a alguien que te tenga de amiga y polola, que se preocupe por ti, que se dé cuenta de cuando estas mal..- Seba guardo silencio de pronto, sonrojado.
-Ya, no te preocupes, si se me va a quitar luego no es tan terrible. Seguramente estaré en “esos días” luego.- Le dijo, y le sonrió para que se quedara tranquilo.
-¿Vas para tu casa ahora?- le dijo Seba cambiándole el tema. El rojo de sus mejillas ya se estaba apagando.
-Si..
-Te acompaño si quieres, a ver si te sienta mejor un poco de vieja compañía :)

Luego de un suspiro y una mirada al suelo clara le dijo “ya, bueno”. Era de esas personas que no saben decir que no.


Aquella tarde fue mejor de lo que Clara esperaba, y excelente para Seba, que le contó sobre su nuevo colegio de artistas, que ha conocido a muchas bandas famosas, ha presentado con destacados músicos nacionales; ella le habló de cómo estaban aún en su colegio, de los alumnos de intercambio y el nuevo chino Neozelandés. Luego tocaron guitarra mas de dos horas y sin querer hicieron una canción.

“Estaré, donde quiera que vayas
Correré, si se trata de ti…”

Y unos cuantos versos más que se perdieron.

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